miércoles, 5 de febrero de 2014

MIS INICIOS EN EL SECTOR ELÉCTRICO: ANATOMÍA DE UNA FACTURA

Se que desde finales de diciembre no he escrito nada en el blog , lo cual no quiere decir que no esté trabajando en él, sino que a veces esta materia absorbe mucho de mi tiempo. Por si fuera poco, mi atrevimiento (más bien ignorancia) me lleva a intentar investigar sobre cosas en las que mis escasos conocimientos técnicos suponen una barrera casi infranqueable y debo empezar en el comienzo de los tiempos....
Esto me ha pasado con el sector eléctrico, me parece un tema muy importante y del que no podía permanecer ajena más tiempo.


Mi trabajo es solo recopilatorio y  solo os presento las partes que más me han interesado extraídas de distintas fuentes consultadas.
Todo comenzó cuando cayó en mis manos un artículo "el déficit de tarifa y la importancia de la ortodoxia en la regulación del sector eléctrico" es un artículo interesantísimo escrito por Carlos Sallé Alonso, director de Regulación del Grupo Iberdrola.
En dicho artículo se comienza haciendo un símil con los panaderos y analiza los distintos conceptos por los que los consumidores eléctricos pagan en sus facturas. Comparto  el símil en cuanto a producto de primera necesidad pero creo que solo hasta ahí llega la similitud.
Distingue claramente entre: un componente “de energía” por los costes relacionados con la producción y venta de la energía convencional dicho coste se genera en un mercado liberalizado; y un componente regulado que lo fija la Administración y son  peajes o tarifas de acceso, estos precios regulados los establece el Gobierno para pagar y son :
a) el mantenimiento y gestión de las redes de transporte y distribución por las que circula la energía; 
b) las primas al régimen especial (a las centrales de energías renovables y cogeneración que necesitan apoyos para ser rentables) y 
c) otros costes regulados (como el coste de la Comisión Nacional de Energía, el del Operador del Sistema, las anualidades para recuperar déficits de años anteriores, etc). 
En el artículo, dentro de los costes que hay  detrás  del sistema eléctrico, queda bastante claro que los que el autor denomina como costes propios del sistema (es decir los de producir, transportar, distribuir y comercializar la electricidad ) son muy eficientes en términos absolutos pero que únicamente representan más o menos el 50% de la factura de los clientes. Los otros costes (prestaciones sociales, políticas medioambientales y políticas de cohesión territorial) y que no tienen que ver con el suministro eléctrico, han ido encareciendo la factura del consumidor. 
Además analiza el impacto de los impuestos, que son  el IVA del 18%, y el de electricidad del 5%. Impuestos que en modo alguno son  consistentes con el carácter de producto esencial y básico que tiene la electricidad. No  tiene sentido aplicar el 18% del IVA a un producto cuyo precio se tiene tan tutelado, debería aplicársele un tipo reducido como se hace en otros países europeos. El aplicar valores inferiores del IVA permitirían una mayor velocidad de adecuación de los peajes y la eliminación del déficit. Tampoco el autor considera que tenga sentido el impuesto de la electricidad (cercano al 5%) teniendo en cuanta que su  destino son  los Presupuestos de las Comunidades Autónomas y que hay otros modos de financiarlas. 
Concluye  diciendo que si el coste de producción en España se obtiene en un mercado mayorista de los más competitivos y dado que el coste de la distribución en España está  por debajo de la media de otros, son el resto de elementos que componen las tarifas eléctricas: una alta fiscalidad y, sobre todo, los costes de acceso asociados, los que generan la falta de competitividad.
Hasta aquí el artículo resulta interesante y  a partir de aquí, resulta no sólo interesante sino  complicado, en el punto en que empieza a explicar las prácticas de los gobiernos con el sistema tarifario.
Toda esta diversidad de sumandos y un complejo proceso de amortización y fijación de tarifas, probablemente también con muchas decisiones erróneas, ha dado como resultado una situación actual económicamente insostenible. Y cómo todas las burbujas han terminado por estallar, la  prensa y el Estado han intervenido finalmente y   esperemos se resuelva de la mejor manera para el ciudadano; la duda y el temor es cuántas más habrán.
Como llegar a terminar de comprender y exponer todos los procesos implicados puede llevarme mucho más tiempo y viendo que ha pasado más de un mes sin publicar nada. He decidido publicar esta pequeña pincelada de un  esquema complejo. Eso si con ánimo  de continuar tratando por separado cada uno de los temas que en la preparación de este he ido descubriendo. En el próximo artículo quisiera centrarme en el papel e historia de las energías renovables en el sistema eléctrico, su importancia y como afectan a nuestra tarifa eléctrica.

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