viernes, 4 de abril de 2014

NUEVA FACTURA DE LA LUZ

El sábado 29 de marzo se publicaba el  Real Decreto 216/2014, de 28 de marzo, por el que se establece la metodología de cálculo de los precios voluntarios para el pequeño consumidor de energía eléctrica y su régimen jurídico de contratación. Era algo que ya llevaba tiempo esperándose pero como todas las novedades siempre nos coge por sorpresa.
La liberalización del mercado ya nos sumió en una incertidumbre, me mantengo en el mercado con las tarifas TUR ahora PVPC o me voy al mercado libre. Por ley era obligatorio que los ciudadanos pudieran  contratar la PVPC y para ello el Ministerio designó a una serie de comercializadoras para facilitar esta tarifa regulada, Comercializadoras de Último Recurso (CUR).
En realidad son parte de las grandes empresas eléctricas, que se vieron forzadas a crear una empresa diferente para ofrecer la PVPC y eran las únicas que podían ofrecer el Bono Social.

Tras la aprobación de la Ley 24/2013, de 26 de diciembre del Sector eléctrico, el precio voluntario al pequeño consumidor ha venido a   sustituir a las tarifas de último recurso existentes. Pero el cambio no se detenía  ahí, se tendía hacia un nuevo método de facturación y esto es lo que se ha introducido con el Real Decreto 216/2014, de 28 de marzo.
En la exposición de motivos  se relata como hasta la fecha, el  coste de producción de la energía eléctrica se venía estimando tomando como referencia el resultado de la subasta CESUR que a tal efecto se celebraba. Sin embargo la última subasta CESUR celebrada el 19 de diciembre de 2013 no fue validada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia  a la vista de la concurrencia de determinadas circunstancias atípicas que impidieron que la puja se desarrollara en un entorno de «suficiente presión competitiva». 
 Yo no dudo que se dieran esas circunstancias, es más estoy convencida de ello, pero  mi consulta a expertos en la materia me demuestran que fueron circunstancias técnicas o energéticas:
Durante el mes de diciembre se redujo la potencia disponible por viento, no había llovido, con lo cual la disponibilidad hidráulica era también baja; por esto fue necesario poner en marcha centrales de ciclo combinado, centrales  que estaban paradas y  cuya puesta en marcha tuvo un coste añadido que se reflejó en el coste de mercado y !vaya reflejo!
 Sin embargo  se habló  en un primer momento desde la Administración de manipulación de la subasta, creo que esto fue irresponsable   porque genera desconfianza sobre el mercado energético y sus intermediarios financieros y en un informe posterior la CNMC no  detectó manipulaciones en la subasta. Desde luego la alarma era real se iba a producir un incremento del coste de la energía del 25,6%, pero parece ser que este riesgo era potencialmente previsible y que la CNE llevaba  años avisando del defectuoso funcionamiento del sistema de subasta.  

Ahora con el Decreto la realidad es otra la determinación del coste de producción de energía eléctrica se realizará con base en el precio horario del mercado diario durante el período al que corresponda la facturación. Pasamos de un modelo en el que el precio del coste estimado de la energía se fijaba a priori a través de un mecanismo con un precio de futuro  a un mecanismo en el que el consumidor abonará el coste que ha tenido en el mercado la energía consumida en el periodo.

Los consumidores, con carácter general, no tendrán que hacer frente al pago del coste de aseguramiento en el precio de un producto negociado en un mercado de futuros. A cambio, percibirán las variaciones de precio resultantes del distinto precio de la energía en cada momento.

Lo que se preconiza de este nuevo mecanismo es lograr una mayor transparencia en la fijación del precio, eliminar la participación del Gobierno, que convocaba las subastas CESUR, así como reducir los precios para el consumidor al disminuir el coste del aseguramiento, y en definitiva, dar una mayor señal de precio, lo que fomentará comportamientos de consumo más eficientes.

La facturación se efectuará por el comercializador de referencia que corresponda con base en lecturas reales y considerando los perfiles de consumo salvo para aquellos suministros que cuenten con equipos de medida con capacidad para telemedida y telegestión, y efectivamente integrados en los correspondientes sistemas, en los que la facturación se realizará considerando los valores horarios de consumo.

Hasta aquí parece que la reforma promete, ofrece  trasparencia y podemos conocer por anticipado los precios y organizarnos, hacer un consumo responsable que es de lo que se trata, porque una cosa está clara  lo que no ahorremos nosotros no nos lo va ahorrar nadie. Yo anticipando un poco como hacer un consumo responsable, contraté hace tiempo la tarifa nocturna, organizamos nuestro consumo de mayor importancia a través de horarios que  se denominan "nocturnos" aunque estrictamente no lo son  y que ahora en horario de verano  van  de 23:00 horas a 13:00 horas. No voy a decir  que he alcanzado una extraordinaria eficiencia, al final somos diurnos, pero con un mínimo de planificación se consigue que el consumo nocturno sea superior al diurno.
Con el nuevo sistema se pueden consultar los términos de facturación de PVPC en la página de Red Eléctrica española que como  operador del sistema eléctrico tiene obligación de publicar y realizar nuestra planificación.  Y como decimos esto parece que nos ofrece algo más de lo que no teníamos antes, si no fuera porque los equipos de medida aún no están disponibles para todos los hogares. El cambio correrá a cargo de cada una de las compañías distribuidoras y parece ser que el 35 por ciento de los aparatos  deberán ser instalados antes del 31 de diciembre de 2014, otro 35 por ciento entre el 1 de enero de 2015 y el 31 de diciembre de 2016 y el 30 por ciento restante entre el 1 de enero de 2017 y el 31 de diciembre de 2018.
Ya en muchos ámbitos se está criticando que el Gobierno está incumpliendo el  art. 9 de la Directiva 012/27/UE sobre eficiencia energética, en cuanto al hecho de que efectivamente no está poniendo a disposición del consumidor el control de los contadores  puesto que a pesar de que  los nuevos aparatos son más precisos y permiten una lectura en tiempo real, la verdad es que el cliente
final, de momento, sólo podrá acceder a la información de su consumo a través de la factura de la luz.
Al final lo que nos queda es un casi, pero no es suficiente, yo entiendo que los datos no estén disponibles  al consumidor porque la mayoría no sabríamos interpretarlos, pero creo que la reforma debería haberse ido preparando desde hace más tiempo, de manera que no sea el usuario el que tenga que esperar sino que la instalación de los contadores se hubiera adelantado a la entrada en vigor de la norma. Y así todos nos encontrásemos en las mismas condiciones de igualdad. Además no podemos olvidar que la luz es algo aún mucho más cotidiano que las nuevas tecnologías si queremos que muchos de nuestros mayores usen la luz de manera eficiente y programada los precios de la misma deberían  publicarse  en televisión al igual que se publican los resultados de las loterías.

Muchos condicionantes nuevos contadores "inteligentes", dicen, resultados publicados en páginas web ¿seremos capaces de adaptarnos a esta ambiciosa reforma?. ¿Valdrá la pena? Lo que realmente me gusta de este sistema es que  cuando el discurso sobre el ahorro energético  se dirige en favor del medio ambiente todos tendemos a evitar pensar que el tema va con nosotros, sin embargo si la eficiencia repercute directamente en nuestro bolsillo el estímulo puede ser mayor. 

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