El viernes 10 de febrero asistí en Villena a una jornada informativa sobre un proyecto de bombeo fotovoltaico de alta potencia para el riego totalmente aislado de la red eléctrica. El objetivo de este proyecto es introducir en el mercado una solución ecológica y de calidad que ayude a reducir los costes en la actividad agrícola.
Se trata de un proyecto con financiación europea denominado MASLOWATEN, que tiene como objetivo promover el uso de sistemas de bombeo fotovoltaico inteligente de alta potencia para el riego agrícola que actualmente se encuentra en fase de desarrollo.
Desde 2008 los costes energéticos han aumentado considerablemente para todos, pero el bombeo de agua es el segundo sector en consumo eléctrico con un 2% del total. La queja formulada al respecto en la conferencia, es que se subvencionaron las energías renovables cuando no era oportuno por su precio puesto que ahora los costes de producción son muy inferiores; y ahora estamos pagando aquellos excesos. Mientras que otros países que no lo hicieron se están aprovechando ahora de nuestro derroche anterior.
Si recordáis, esto ya lo comentábamos en el blog cuando hablamos de la incidencia de las renovables en nuestra factura. Por aquel entonces ya decíamos que “si bien se debía fomentar las renovables, debía de haberse escogido aquella/s más eficientes, en concreto la eólica; y haber dedicado a la fotovoltaica o la termosolar, objetivos más moderados, a través del I+D+i y proyectos de demostración, hasta que se disminuyesen sus costes unitarios”.
Por eso, desde el proyecto nos decían que este uso de la energía fotovoltaica no es nuevo, que data ya de los años 90 sin embargo no se utilizaba con potencias elevadas como en este proyecto. El trabajar con altas potencias suponen un plus de complejidad ya que hay que solucionar entre otros, el tema del paso de nubes que puede producir graves daños en el sistema eléctrico e hidromecánico consecuencia de las oscilaciones de potencia.
En el proyecto esto se está resolviendo mediante soluciones técnicas gracias a los avances tecnológicos que se han producido en los variadores de potencia que existe hoy en el mercado y el uso de un software de control calibrado para el caso concreto, desde los responsables del proyecto se insistía mucho en que no es posible encontrar un variador en el mercado que se instale y funcione de fábrica sin hacerle los correspondientes ajustes a las necesidades del caso concreto.
Durante 2016 se han instalado cinco demostradores a escala real en cuatro países: España, Portugal, Marruecos e Italia. Cada uno de ellos pretende dar respuesta a una necesidad de riego diferente: desde bombeo fotovoltaico a una balsa elevada para regar por presión natural, a la hibridación fotovoltaico diésel, ideal para cultivos hiper-intensivos, que requieren caudal y presión constante incluso durante la noche.
Además, otro de los objetivos era la redacción de unas instrucciones técnicas elaboradas por los responsables científicos, la universidad politécnica de Madrid, que sirvan como guía, como aportación de ciencia y experiencia para todos aquellos que se decidan a poner en práctica esta ambiciosa e interesante apuesta de futuro sostenible. El miedo es que debido a la inmadurez del mercado y que estamos ante conocimientos de vanguardia, los errores pueden terminar con el riego fotovoltaico antes de empezar. Para evitar esto es importante la investigación junto a la trasferencia de tecnología. Y eso es lo que pretenden no sólo con esta charla sino con otras que están dispuestos a dar en el futuro.
Desde el punto de vista comercial es importante la participación de empresas de variadores, seguidores, de placas… que pueden ver en el proyecto una vía de negocio lógica e interesante.
Durante las ponencias se insiste en que la tecnología actual no tiene nada que ver con la que se vienen instalando desde la década de los 80 por todo el territorio español. Claro, inmediatamente viene a mi mente que seguramente entonces nos lo vendieron como algo muy novedoso, puntero y estamos 30 años después viéndolo como novedoso y puntero, y hoy siguen vendiéndolo como tal. Por ejemplo, nos hablan del seguidor horizontal más antiguo instalado en España, que está en Toledo desde los 80, que sigue funcionando (no sé si eso es bastante aunque para el ponente parece un dato positivo).
Es llamativa la mención a que las inversiones de 2008 han sido ruinosas no solo por el cambio financiero del estado sino también porque se bonificaba la instalación de energía fotovoltaica a un tanto por potencia instalada en vez de por energía producida. Y esto llevó a que se colocaron muchos equipos de cualquier origen sin ninguna garantía real que no han funcionado nunca.
Un avance importante de este proyecto se encuentra en el proceso de tramitación administrativa de este tipo de instalaciones. Que en su caso ha costado un año por ser precursor. Pero que si se descuenta el tiempo empleado en explicar a la administración "lo que no es" se queda en 3 meses . Aunque plantean el objetivo de llegar a solo un mes.
En negativo, los ponentes reconocen que no se han resuelto totalmente todos los problemas técnicos, aunque tienen confianza en hacerlo antes de terminar el proyecto. También que una gran incertidumbre está en la durabilidad de las instalaciones, que para su plena rentabilidad debería superar los 20 años (aunque hablan de amortizaciones en 7 años). Pero esto solo se demuestra con la experiencia y pueden transcurrir muchos años para que la idea convenza a otros inversores potenciales.
En mi opinión, este tipo de iniciativas es una consecuencia lógica de las subidas de los precios de los últimos años. Que para el regante han supuesto solo en el fijo de potencia una subida del 1100%. Tampoco es nada alentador un sistema bajo la modalidad de autoconsumo ya que las actuales tarifas también gravan la producción con energía renovable en lugar de fomentarla. Además estos cambios en las tarifas han creado una situación de inseguridad respecto al futuro que desalienta cualquier proyecto que dependa del sistema eléctrico.
Otra reflexión extrema que puede hacerse es que si hipotéticamente esto tuviera éxito y se extendiera a una gran parte de los bombeos para regadío. Estamos hablando del 2% del total del consumo. Si el objetivo del estado al aplicar cuotas mínimas al autoconsumo es frenar el crecimiento de las renovables para poder rentabilizar los ciclos combinados. Entonces corren el riesgo de haberse excedido al causar un efecto contrario por reducirse la potencia conectada a la red.
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